Del 02 al 07 de octubre.-
Había en la ciudad de Samaria cuatro leprosos. ¿Amiguitos, ustedes saben lo que significa leproso? (Espere la participación). Leprosa es aquella persona que tiene una enfermedad muy grave que se llamaba lepra, pues deja el cuerpo lleno de heridas y puede pasar de una persona para la otra. Por eso las personas leprosas vivían separadas, pues sus vecinos tenían miedo de también agarrar la enfermedad, pues en aquella época no había cura.
En la ciudad de Samaria había sido cercada por un ejército enemigo, hasta que comenzó a faltar comida y el pueblo a pasar hambre. Inclusive, los cuatro leprosos que se quedaban en la puerta de la entrada de la ciudad estaban hambrientos. Pero un día, ellos tuvieron una idea muy valiente y dijeron:
- ¿Por qué estamos aquí sentados? Si entramos en nuestra ciudad vamos a morir de hambre, pero, si nos quedaos aquí, también moriremos. ¡Vamos entonces para el campamento de los enemigos! Si ellos nos dejan vivir viviremos; se nos mataren, bien, moriremos de cualquier forma.
¿Qué actitud valiente, no es cierto? Ellos sabían que el campamento de los enemigos había comida y resolvieron usar el coraje.
Al anochecer, los cuatro fueron a la entrada del campamento adonde los enemigos estaban viviendo y, cuando llegaron allí, no vieron a nadie.
Los enemigos habían huido y habían dejado todo para atrás, inclusive riquezas y mucha comida. ¿Quieren saber lo que ocurrió? (Espere la participación). Mientras los leprosos andaban en dirección al campamento. Dios hizo con que los enemigos escuchasen un sonido muy fuerte, como si fuese el sonido de un grande ejercito marchando hasta ellos. Con miedo, los enemigos pensaron que el rey de Israel había pagado a otros ejércitos para atacarlos y por eso huyeron. Entonces los leprosos entraron en las cabañas del campamento y comieron, bebieron, agarraron plata, otro, todo lo que encontraban y que los enemigos habían dejado. Clase, los leprosos no pensaron solamente en ellos, no, ellos avisaron al rey de Samaria que los enemigos habían huido y lo que había en el campamento muchas riquezas y comida suficiente para todo el pueblo.
En la ciudad de Samaria había sido cercada por un ejército enemigo, hasta que comenzó a faltar comida y el pueblo a pasar hambre. Inclusive, los cuatro leprosos que se quedaban en la puerta de la entrada de la ciudad estaban hambrientos. Pero un día, ellos tuvieron una idea muy valiente y dijeron:
- ¿Por qué estamos aquí sentados? Si entramos en nuestra ciudad vamos a morir de hambre, pero, si nos quedaos aquí, también moriremos. ¡Vamos entonces para el campamento de los enemigos! Si ellos nos dejan vivir viviremos; se nos mataren, bien, moriremos de cualquier forma.
¿Qué actitud valiente, no es cierto? Ellos sabían que el campamento de los enemigos había comida y resolvieron usar el coraje.
Al anochecer, los cuatro fueron a la entrada del campamento adonde los enemigos estaban viviendo y, cuando llegaron allí, no vieron a nadie.
Los enemigos habían huido y habían dejado todo para atrás, inclusive riquezas y mucha comida. ¿Quieren saber lo que ocurrió? (Espere la participación). Mientras los leprosos andaban en dirección al campamento. Dios hizo con que los enemigos escuchasen un sonido muy fuerte, como si fuese el sonido de un grande ejercito marchando hasta ellos. Con miedo, los enemigos pensaron que el rey de Israel había pagado a otros ejércitos para atacarlos y por eso huyeron. Entonces los leprosos entraron en las cabañas del campamento y comieron, bebieron, agarraron plata, otro, todo lo que encontraban y que los enemigos habían dejado. Clase, los leprosos no pensaron solamente en ellos, no, ellos avisaron al rey de Samaria que los enemigos habían huido y lo que había en el campamento muchas riquezas y comida suficiente para todo el pueblo.
Conclusión.- Cuando creemos en Dios no tenemos miedo a nada. La valentía de aquellos leprosos hizo con que el pueblo de Samaria fuese salvo del hambre. En Salmos está escrito que: “Yo me acosté y me dormí; Desperté, pues el SEÑOR me sostiene” (Salmos 3.5). Los leprosos no tuvieron miedo y, por eso, Dios se manifestó. Quien aquí confiara solamente en Dios diga “yo”