Del 04 al 09 de septiembre.-
Había una vez un hombre muy buenito que tenía un ejercito de cien soldados (muestre la ilustración) ¿Cómo marchan los soldados? (tía de una vuelta por su sala con los niños marchando) ¡Qué divertido! ¡Lo aprendieron bien! (pida a los niños que tomen asiento). Él era el jefe de muchos empleados. Un día, un empleado de él, se quedo muy enfermo (haga una cara de expresión triste), pero estaba tan enfermo que no podía ni levantarse de la cama. Pobrecito de él ¿Verdad? Aquel jefe se quedo muy triste. ¿Cómo él se quedo? (junto con los niños haga la expesión de tristeza). Entonces le pidió para que fuesen a llamar a Jesús. Cuando Jesús estaba llegando cerca de la casa del enfermo, el hombre le dijo a algunos amigos: Vayan hasta Jesús y diganle que solo mande una palabra, que con eso sería suficiente para que su empleado sea curado. ¿Sabén lo que paso? Jesús se puso muy contento con las palabras de aquel hombre, y el empleado en la misma hora fue curado.
Había una vez un hombre muy buenito que tenía un ejercito de cien soldados (muestre la ilustración) ¿Cómo marchan los soldados? (tía de una vuelta por su sala con los niños marchando) ¡Qué divertido! ¡Lo aprendieron bien! (pida a los niños que tomen asiento). Él era el jefe de muchos empleados. Un día, un empleado de él, se quedo muy enfermo (haga una cara de expresión triste), pero estaba tan enfermo que no podía ni levantarse de la cama. Pobrecito de él ¿Verdad? Aquel jefe se quedo muy triste. ¿Cómo él se quedo? (junto con los niños haga la expesión de tristeza). Entonces le pidió para que fuesen a llamar a Jesús. Cuando Jesús estaba llegando cerca de la casa del enfermo, el hombre le dijo a algunos amigos: Vayan hasta Jesús y diganle que solo mande una palabra, que con eso sería suficiente para que su empleado sea curado. ¿Sabén lo que paso? Jesús se puso muy contento con las palabras de aquel hombre, y el empleado en la misma hora fue curado.
Conclusión.- Amiguitos debemos decir siempre buenas palabras, para que las personas así como aquel patrón que dijo una buena palabra para Jesús, y por eso el empleado de él fue curado. Nosotros tambien tenemos que decir lo que a Jesús le pone feliz, como: por favor, muchas gracias, permiso, perdón, buenas noches, buenos días, buenas tardes, estas palabritas dejan muy felices a las personas. ¡AMÉN!
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