1. NO ES UNA ACTIVIDAD CRISTIANA.
2. VA CONTRA LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS. Jesús está en contra de la brujería en todas sus formas: espiritismo, hechicería, adivinación, lectura de cartas, horóscopos, astrología y tantas máscaras con que se encubre la maldad.
3. NO ES UNA TRADICIÓN DE NUESTRO PAIS. Como ocurre siempre que se importan actos culturales diferentes a los nuestros, el verdadero significado queda relegado a una simple imitación.
4. SIRVE PARA RENDIR CULTO A SATANÁS. Aunque en apariencia es una actividad recreativa y muy llamativa, sobre todo para los niños, su verdadero significado sigue oculto a nuestros ojos.
5. SE OPONE AL PRIMER MANDAMIENTO. Este tipo de actividades, ni exalta el nombre de Jesús, ni tiene nada que ver con su Padre Celestial y mucho menos con el Santo Espíritu del Dios Altísimo. Por lo tanto, va en contraposición al primer mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra mente, nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, en fin con todo nuestro ser.
6. PARTICIPAR ES OLVIDARSE DE DIOS. Participar quiere decir “ser parte de”: si usted participa está siendo parte de esta tremenda responsabilidad espiritual: No sólo se está alejando u olvidando de la adoración al Dios Eterno e Inmortal, sino que está siendo parte de una actividad que glorifica a las brujas y a su padre satanás.
7. CONTAMINA Y ESCLAVIZA A NUESTROS NIÑOS. No hay magia blanca y magia negra, no hay brujas buenas y brujas malas. Toda la actividad demoníaca se disfraza y se oculta para ganar adeptos.
(Efesios 5.1)