LOS HERMANOS PEREZOSOS:
Del 15 al 21 de octubre.-
Tania y Pablo eran gemelos y tenían 10 años. Ellos frecuentaban la SBI, pero no prestaban mucha atención, ellos eran muy perezosos y vivían reclamando.
Los dos siempre llegaban atrasados al colegio, pues se levantaban tarde y dejaban a su mamá (doña Rosa) por mucho tiempo intentando despertarlos. Pablito hacía sus tareas bien despacito y solo pensaba en llegar en casa para jugar con el computador. Las profesoras vivían llamándole y doña Rosa siempre era llamada al colegio a causa de Pablito.
Cuando llegaban en casa, ellos tiraban todo por la sala: las mochilas, los zapatos y dejaban todo desorganizado. Tania corría para jugar con sus muñecas y Pablito con el computador y solo hacia sus tareas del colegio cuando su mamá les mandaba.
Después de jugar, Tania dejaba sus muñecas tiradas y Pablito se olvidaba de apagar la computadora, y era la mamá de ellos que terminaba ordenando las muñecas, guardando las mochilas, los zapatos, organizando todo. Doña Rosa enseñaba a sus hijos que ellos no deberían ser perezosos, pero de nada servía, pues ellos no le obedecían.
Cierto día, la tía de la SBI estaba enseñando un versículo que decía: “Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio” Al oír el versículo Tania preguntó cuál era su significado, y la tía le explico que Dios enseña, a través de su Palabra, que Él no se agrada de la pereza y nos manda observar las hormiguitas, que son tan pequeñitas y viven buscando alimento y, cuando lo encontraba, luego los cargaba. Dios nos enseña a observar el ejemplo de las hormigas para que seamos sabios e inteligentes como ellas.
Pablito y Tania confesaron que no estaban siendo inteligentes, pues vivían siendo dominados por la pereza. Entonces la tía dijo que solo dependía de ellos para que no sean más perezosos. Lo gemelos entendieron y, a partir de aquel día, cambiaron de comportamiento y se tornaron organizados y estudiosos.
Conclusión: Las actitudes de los gemelos les perjudicaban en el colegio y entristecían a su madre. La pereza perjudica a muchas personas y desagradaba a Dios. Si has actuado como los hermanos de la historia de hoy, entonces pide perdón a Dios y cambia tu comportamiento para que puedas ser bendecido.
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