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viernes, 27 de enero de 2012

AMIGOS IMAGINARIOS


Jugar, hablar solo, según la psicóloga Tatiana Ades es normal los niños tener un amigo imaginario. El surge generalmente a los 2 años de edad y puede estar presente en la vida del niño hasta los 7 años. Ese es un proceso psicológico “necesario para que el niño pueda superar una carencia afectiva de forma saludable” Aun así, es necesario que los padres observen este comportamiento demostrando mucha normalidad.
“Ellos deben entender que esos seres imaginarios hacen parte de esa etapa del niño, y más allá de eso deben respetar esa necesidad “creativa” y nunca pelear o intentar impedir que los supuestos amigos aparezcan”, explica la psicóloga. Mas allá de saber lidiar con esa etapa, la observación de los padres es de suma importancia para evaluar si este relacionamiento con lo
imaginario no está saliendo de la normalidad. “Es siempre normal cuando el niño “siente” el amigo y no lo ve de verdad. La normalidad está justamente en el hecho de este amigo ser comprobado interiormente por el niño. Es bueno resaltar que él no lo está viendo ni oyéndolo pero tiene la conciencia de que su amigo imaginario hace parte de él, de su creatividad”, explica Tatiana. Para ella, aunque el niño tenga una amistad intensa con ese amigo imaginario es necesario que tenga contacto con otros niños. “Los padres deben llevar a los niños a jugar, platicar con él, observarlo diferentes etapas y situaciones de la vida.”
Ella explica que los padres deben observar hasta cuando el niño tendrá este amigo imaginario. “La edad es un punto fundamental. En caso de que continúe o aparezca después de los 7 años, se cree que ese amigo realmente existe o no fue él quien realmente lo creo, es necesario tener un
acompañamiento profesional.”
Otro punto para observar es si el niño comienza a alejarse mucho de la realidad y de las otras personas. “El amigo imaginario pueda hacer con que él se aísle mucho y como ese amigo es especial en muchos sentidos, los amigos reales pueden ser dejados de lado.”
EL LADO OSCURO
La Coordinadora General Escuelita Bíblica Infantil (EBI), de la Iglesia Universal de Brasil, Margareth Pereira, También explica el lado preocupante del amigo imaginario. “Es importante recordar que todo en la vida tiene límites y la etapa de la imaginación fértil también. Una cosa es el niño jugar de “haz de cuenta que” y otra cosa es el niño vivir aislado en el cuarto, prefiriendo siempre el supuesto amigo que a los demás. Eso es un motivo para que los padres estén atentos.”
Ella cuenta que son muchos niños los que llegan a la EBI experimentando esa situación, y muchos de ellos, odian a los padres, amigos y hasta intentan el suicidio inducidos por los supuestos “amigos invisibles”, es en esta hora que deja de ser fruto de una imaginación infantil, para tornarse algo negativo, manifestándose muchas de las veces a través de voces. Estas son
fuerzas diabólicas que actúan en la vida de los niños provocando dolencias, insomnio y disturbios psicológicos.”
La búsqueda de ayuda de sus hijos sus “amigos imaginarios” es siempre muy observado en la Iglesia Universal. Recientemente el programa de IURD TV, presentado por el pastor Antonio Morales, llevando este asunto para discusión “Muchas madres piensan que es solamente algo psicológico o cosa de niños, pero este tipo de visiones no son normales, ellas ocurren por la
influencia negativa del mal. Es necesario que se busque la liberación, tanto para los padres como para los niños” él alerto eso durante la transmisión.
Y para qué esa liberación suceda, en la EBI existe un tratamiento específico para este tipo de problema con los niños. “Las educadoras oran por los niños, hacen propósitos y llevan a ellos la palabra de Dios, es un lenguaje claro y muy simple, haciéndolos entender de manera suave y
delicada que el único y verdadero amigo invisible es Jesús, y que es él quien habla y nos enseña por medio de su palabra. Gracias al empeño y dedicación de esas voluntarias, muchos niños han tenido su vida transformada y han sido liberadas totalmente de la actuación de esas fuerzas malignas “, explica Margareth Pereira.

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