Maestra de la
escuelita:
- Se queda en la SBI porque el pastor la puso, pero no se identifica con el trabajo. Desea salir. Se queda en la SBI por obligación.
- No está segura sobre su salvación, por eso no tiene condición de salvar.
- No tiene comunión con Dios.
- No ora, no ayuna, no lee la Biblia.
- Es hipócrita, habla de lo que no vive.
- Pasa apenas informaciones. Cualquier persona que sepa leer puede contar una historia de la Biblia, pero para que los niños practiquen lo que aprenden de la Palabra de Dios, es necesario que la educadora tenga comunión con Dios.
- No se dedica al trabajo.
- No está segura de su llamado.
Educadora cristiana:
- Lo principal, es espiritual.
- Tiene placer en realizar las clases en la SBI. Se dedica al trabajo. Ama lo que hace.
- Tiene certeza de su salvación, por eso quiere y logra salvar.
- Tiene comunión con Dios. Ora, ayuna, lee la Biblia.
- Vive lo que predica.
- No pasa apenas informaciones, pero forma practicantes de la Palabra de Dios.
- No piensa apenas en si misma. Piensa la mayor parte del tiempo en como hacer mejor su ministerio. Busca aprender siempre.
- Está segura de que fue el Señor Jesús quien le concedió ese llamado. Mientras enseña, percibe la Presencia de Dios, el Fuego del Espíritu Santo testifica su llamado.
- No se llena de orgullo. Acepta ideas y sugerencias.
- Se queda en la SBI porque el pastor la puso, pero no se identifica con el trabajo. Desea salir. Se queda en la SBI por obligación.
- No está segura sobre su salvación, por eso no tiene condición de salvar.
- No tiene comunión con Dios.
- No ora, no ayuna, no lee la Biblia.
- Es hipócrita, habla de lo que no vive.
- Pasa apenas informaciones. Cualquier persona que sepa leer puede contar una historia de la Biblia, pero para que los niños practiquen lo que aprenden de la Palabra de Dios, es necesario que la educadora tenga comunión con Dios.
- No se dedica al trabajo.
- No está segura de su llamado.
Educadora cristiana:
- Lo principal, es espiritual.
- Tiene placer en realizar las clases en la SBI. Se dedica al trabajo. Ama lo que hace.
- Tiene certeza de su salvación, por eso quiere y logra salvar.
- Tiene comunión con Dios. Ora, ayuna, lee la Biblia.
- Vive lo que predica.
- No pasa apenas informaciones, pero forma practicantes de la Palabra de Dios.
- No piensa apenas en si misma. Piensa la mayor parte del tiempo en como hacer mejor su ministerio. Busca aprender siempre.
- Está segura de que fue el Señor Jesús quien le concedió ese llamado. Mientras enseña, percibe la Presencia de Dios, el Fuego del Espíritu Santo testifica su llamado.
- No se llena de orgullo. Acepta ideas y sugerencias.
La maestra de la escuelita puede tornarse una educadora cristiana,
esforzándose para tener comunión con Dios y dar frutos en su ministerio. Esforzarse
significa integralidad de tiempo en dedicación.
¡Que Dios las bendiga!
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