Del 21 al 26 de Octubre del 2012.-
El
rey Saúl vivía en un lindo palacio y el Espíritu Santo moraba en su corazón,
Por causa de
su desobediencia, el Espíritu de Dios se había apartado de el y el se volvió un
hombre muy malo.
Los empleados
de Saúl sabían que el Espíritu de Dios se había apartado de el y un espíritu
maligno lo perturbaba. Entonces ellos le dijeron: déjanos buscar a alguien que
sepa tocar el arpa, cuando usted se este sintiendo mal el tocara y quedara
bien. Saúl creyó que era una buena idea y mando a sus empleados que buscaran a
esa persona. ¿Saben que sucedió? Uno de los empleados de Saúl se acordó de
David, pues el tocaba bellísimas músicas con su arpa, en cuanto sus ovejas se
alimentaban. David más allá de ser fuerte, corajudo y temeroso a Dios, sabía
tocar el arpa. Lo mejor de todo era que Dios estaba con David y ciertamente su
música expulsaría todo el mal de Saúl.
Saúl envió un
mensajero a Isaí, el padre de David, pidiéndole al muchacho David y el lo
envió. David fue para el palacio. El rey al verlo se agrado mucho de el, pues
era un joven alegre, bondadoso y muy corajudo. Todas las veces que el rey Saúl
quedaba triste y nervioso, David tocaba su arpa con todo amor y cariño, y el re
quedaba bien. La música de David lo calmaba. ¿Saben porque niños? Porque la
presencia de Dios estaba sobre David, por eso el podía bendecir a Saúl.
CONCLUSIÓN:
Niños, todas las personas que obedecen a Dios
y hacen su voluntad, mas allá de ser felices y bendecidas, pueden ayudar a
otras personas que están sufriendo. Por eso niños debemos hacer como David,
amar a Dios, huir de las cosas que le desagradan como la mentira, la
desobediencia a los padres, el robo… vamos siempre a pedir a Dios que nos de el
Espíritu Santo, porque Él es lo mejor.
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