UNIDAD N°1 (Noviembre 2012)

LA CAIDA DE SAULO:

Del 11 al 16 de noviembre.-

Saulo era un hombre que le gustaba perseguir a los cristianos, porque no creían en Jesús. El entraba de casa en casa, arrastraba hombres y mujeres, y los colocaba en la celda solo por ser seguidores de Jesús. Como era malo Saulo!
Cierto día el decidió: voy hasta Damasco a buscar una autorización para atrapar a los cristianos de una vez por todas. Cuando llego al medio del camino, una fuerte luz ilumino sus ojos a punto de hacerlo caer del caballo en el que estaba montado. De repente el escucho una voz diciendo: “ Saulo, Saulo porque me persigues?”. Saben quien estaba hablando con Saulo niños? Era Jesús. Yo nunca vi a Jesús, como podría perseguirlo? Se pregunto. Pero Jesús le explico que cuando el perseguía a un cristiano, estaba persiguiéndolo a El. Ah! Qué gran susto tuvo Saulo al escuchar estas palabras. En aquel momento niños, Saulo entendió que Jesus era el único camino para la salvación y lo acepto de todo corazón. La luz en los ojos de Saulo fue tan fuerte que no podía ver nada y se quedo ciego por tres días, pero saben que fue más importante de esto? Saulo fue transformado por el poder de Dios.
Los amigos de Saulo lo tomaron de las manos y lo llevaron hasta la ciudad de Damasco.
Jesús hablo con Ananías, una de sus discípulos, para que fuese a la casa de Judas al encuentro de Saulo y lo curase de la vista. Saben niños, Ananías se puso un poco asustado, pues sabía de las maldades que Saulo hacia con los cristianos, pero el Señor Jesús explico para el que Saulo ahora era un hombre nuevo, totalmente transformado y que sería usado para anunciar la Palabra de Dios. Saulo un gran perseguidor de los cristianos, ahora amaba y deseaba también hacer la voluntad de Dios. Jesús había transformado totalmente su vida. Después que Ananías se fue, Saulo corrió para hablar de Jesús a otras personas. Por causa de eso, el también paso a ser perseguido y tuvo que huir de la ciudad bajando por el muro dentro de un cesto, pero hizo eso con mucha alegría.

CONCLUSIÓN: Cuando entregamos nuestra vida para Jesús somos totalmente transformados y nos tornamos hijos de Dios. Dios transformo el corazón de Saulo, y el dejo de ser perseguidor y paso a ser perseguido por amor a Jesús. Después que se convirtió, Saulo entendió porque los cristianos insistían tanto para hablar de Jesús, sin miedo: porque ellos tenían la alegría de la salvación y habían sido transformados, tenían una nueva vida y querían que otras personas también lo tuviesen.