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martes, 18 de mayo de 2010

LECCIÓN DE LA SEMILLA


Mientras vivió en este mundo, Jesús siempre estuvo junto de sus discípulos y rodeadopor multitudes. Para que las personas pudieran entender mejor sus enseñamientos, Jesús hablaba con ellas a través de parábolas, o sea, de historias. Así, Él enseñaba muchas cosas sobre el reino de los cielos.

Cierta vez, Él comparó el reino de Dios a un hombre que tiró su semilla en la tierra y, cuando llegó a la noche, fue para casa descansar. En la mañana del otro día, el hombre se levantó, realizó sus actividades nuevamente, trabajó, reposó y despertó el día siguiente. Mientras eso, la semilla que él había sembrado fue brotando y creciendo sin que el hombre supiera como esto había acontecido, pues la propia tierra ayudó la semilla a desarrollarse.

Si sembramos un grano de maiz, primero nace la planta, enseguida las espigas y, por último, los granos en las espigas. Y cuando las espigas estén maduras sabremos que está en la época de cosecharla. Entonces es sólo cortar y llevar a casa.

Jesús usó esa comparación para mostrar como acontece con las personas al llegaren a la iglesia. Ellas oyen la Palabra de Dios y comienzan a practicarla, van dejando los malos hábitos, la desobediencia, la mentira, las palabras feas, entre otras cosas que desagradan al Señor Jesús. Y sin percibir, ellas aprenden a orar, a seren obedientes, a hablar la verdad y, cada día, van creciendo en la presencia de Dios. Y cuando perciben están bien diferentes de lo que eran antes. ¿Y no es eso que pasa con la semilla? La iglesia nos acoge como una madre, así como la tierra acoge la semilla. Por hablar en madre, ¿sabían ustedes que el mismo aconteció con nosotros en la panza de nuestra madre?

Antes de nacer, el bebé es como una pequeña semilla dentro de la panza de la madre. A través de ella él recibe cariño, amor y todas las vitaminas necesarias para que se desarrolle bien y cada parte del cuerpo comience a ser formado hasta que, tras nueve meses, llega la hora del bebe nacer. Así como la planta, no vemos la hora en que el bebé venga a nacer y todo va aconteciendo mientras dormimos y despertamos.

Así como la tierra es importante para que la semilla crezca, si desarrolle y se haga una planta, la iglesia también es importante para nosotros, pues es a través de esamadre espiritual que recibimos las enseñanzas sobre Dios y nos transformamos en lindos árboles llenos de buenos frutos. También debemos amar mucho nuestra madre que nos creó.

Es ella que, con amor y cariño, tiene cuidado de cada uno de nosotros. Y si usted no es creado por la madre que lo generó, ame mucho a que cuida de usted, pues ella tiene se dedicado para que seas un gran hombre y una gran mujer.

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