¿Cuál es la capacidad de influir en un niño? Es una cuestión para reflexionar. A primera vista parece que el niño es totalmente influido y frágil. Pero hemos de tratar con lo poco que tenemos ojos y oídos despejado para observar sus acciones y reacciones en la vida cotidiana. Es raro estar en una tienda, supermercado o un restaurante y no escucharlos: “Yo quiero”, “Me da eso”, “Lo quiero ahora”, todo esto acompañado de gritos, lloros, cara feas, y malcriadezas!
No quiere decir que eso acontece porque muchas veces los padres no tienen dominio sobre el comportamiento de sus hijos. Más trataremos aquí de otro aspecto:
No quiere decir que eso acontece porque muchas veces los padres no tienen dominio sobre el comportamiento de sus hijos. Más trataremos aquí de otro aspecto:
¿Por qué los niños a menudo utilizan los recursos que hacen que su opinión cuente y contagian a los que lo rodean? Y la respuesta es simple: porque ya aprenden desde bebes que funciona y habitualmente consiguen con facilidad lo que quieren. Si nos fijamos, podemos ver que con el tiempo el alcance de los niños en las decisiones familiares ha aumentado considerablemente. Según investigaciones recientes, el niño tiene una gran participación en la toma de decisiones en la compra del supermercado, ropa e incluso la elección del modelo de coche comprado por la familia.
Pero ¿Por qué sucede esto? Debido que los padres a menudo llevan consigo un sentimiento de culpa de no poder dedicar a su hijo el tiempo debido y para compensar esta falta permiten una inversión de valores en el niño para que puede decidir, elegir y los padres acaban optando por esmerarse a lo máximo para atender rápidamente a todos sus pedidos. Bueno, hasta ahora hablaba de la capacidad del niño a la influencia que muestran los puntos negativos. Pero, como siempre, tienen la otra cara de la historia: sabemos que la mejor manera de difundir hábitos positivos en la sociedad es a través de una educación consistente en la educación en los niños.
Por eso en las escuelas con un trabajo de enseñanza serio, tiene una gran preocupación en enseñarles a tener hábitos alimentarios saludables, reciclaje de residuos, conservación de la naturaleza, ahorrar agua, ir al cine, leer libros, etc. Esta estrategia se utiliza debido a la resistencia del niño que presenta a los cambios, es cierto que ellos son fieles en lo que creen que está bien, y es un gran difusor de sus ideales y costumbres, es decir, son creadores de su excelente opinión.
Sabiendo esto, creemos que el Señor Jesús confió en nuestras manos tesoros preciosos, extremamente capaces, que puede ser muy eficaz en la difusión del Evangelio, incluso ayudar en la conversión de su propia familia, Cabe solamente a nosotros pedirle inspiración al Espíritu Santo para que sepamos como dirigirlos a ser hijos de Dios y consecuentemente multiplicadores de la fe cristiana.
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