En todos los lugares que Jesús pasaba, una multitud siempre lo cercaba y Él aprovechaba para enseñarles muchas cosas sobre el Reino de los cielos. Un día Él comparó el Reino de Dios, con un hombre que sembró una semilla en la tierra y a medida que el tiempo fue pasando, la semilla fue brotando y cresciendo, pero el hombre no podía explicar como eso sucedía. Lo único que sabía era que la tierra estaba ayudando a que la semilla creciera. Es interesante ver como aquella semilla va germinando y no nos damos cuenta de cómo sucede esto. Lo que logramos observar es que cuando sembramos alguna semilla de trigo, primero nace la planta, luego las espigas y por último los granos en las espigas. Y cuando las espigas están llenas de granos estan maduras y sabemos que es la época de recoger.
A través de este ejemplo, Jesús nos quiere enseñar que cuando llegamos a la iglesia; oímos
Hablando de madres ¿ustedes sabían que lo mismo sucedió con nosotros en la barriga de nuestra mamá? Antes de nacer somos como semillas y a través de ella recibimos el cariño, el amor y todas las vitaminas necesarias para que podamos formarnos con salud. A medida que vamos recibiendo nutrientes nuestro cuerpo se va formando hasta que llega la hora de nacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario