LA NUEVA REINA:
Del 26 al 31 de agosto del 2012.-
Había una vez un rey que se estaba sintiendo muy solo. Después de la vergüenza que Asuero pasó, por causa de la desobediencia de Vasti que resultó con su salida, el rey se encontraba muy triste por no tener una reina. Viendo aquella situación, algunos de sus consejeros le sugirieron que fuese hecho algún concurso con las más bellas jóvenes del reino, para descubrir una nueva reina. El rey se agradó mucho de la idea e hizo exactamente como le sugirieron. Varias jóvenes fueron seleccionadas y traídas para el palacio a fin de pasar por un periodo de preparación hasta el día del encuentro con el rey. Entre estas jóvenes, ¿saben quien estaba allí? Eso mismo, Ester. Ella también había sido llevada para el palacio. ¿Ustedes se acuerdan de cuando nosotros hablamos que Ester era un aniña obediente y temiente a Dios? Mordecai, que era su padre adoptivo, orientó a Ester que no dijese a nadie que ella era judía (los judíos son el pueblo de Dios), y ella obedeció e hizo exactamente como él la orientó. Por ser Ester una joven tan educada y amable, al llegar en el palacio, todos se agradaron de ella. Y es exactamente lo que ocurre con los niños que aman a Jesús: ellos son educados, obedientes y, adonde ellos llegan, todos gustan de ellos.
Mordecai siempre acompañaba Ester, y todos los días pasaba por el portón del palacio en busca de noticia de su hija.
Casi un año se pasó. Este fue el tiempo suficiente para que las jóvenes se quedaran preparadas para comparecer, bellísimas, delante del rey. ¡Que maravilla! ¡Finalmente el grande día había llegado! Todas estaban lindas y comenzaron a presentarse. Apenas una seria escogida. Cuando llegó la vez de Ester, todos lo que estaban presentes se agradaron mucho de ella, pues ella era linda de apariencia y de corazón. Seguro que, Ester debió haber orado mucho y pedido la ayuda de Dios, pues para que ella fuese bendecida, Él necesitaba estar a su lado. Cuando Ester entró, el rey miró para ella y gustó de ella mas de que las otras jóvenes. ¡Que felicidad! Él colocó la corona en al cabeza de ella y la eligió para ser la nueva reina de Persia. El rey se quedó tan feliz que dio una grande fiesta en homenaje a su esposa amada y distribuyó muchos regalos para todo el reino.
CONCLUSIÓN: Ester era la reina obediente que el rey buscaba por más de un año, entre todas las jóvenes de su reino. Asuero se sintió completo y feliz. Él la admiraba por ser linda por adentro y por afuera, educada y muy agradable. Al agradar a todos, Ester agradaba a Dios con su buen testimonio. ¡Que lindo! Entonces niños vamos a ser obedientes a la mamá, al papá y a todos que están siempre cerquita de nosotros. ¿No les parece maravilloso saber que una simple joven huérfana, que vivía en un país extranjero, por su fe y obediencia se tornó reina? Es algo glorioso, con toda certeza. Todo hacia parte del plan de Dios y estaba caminando de modo que el Señor planeó. Todo lo que ocurre en nuestra vida Dios está viendo, Él cuidará de cada uno de nosotros, así como cuidó de Ester.
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