“Sucedió que cuando David ya moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.” (1 Crónicas 17.1)David cometió pecados que no han sido eliminados. Pecados violentos e injustificables. Él cosechó sus frutos y su pueblo también. Sin embargo, incluso delante de tamaño escándalo, su corazón continuaba según el corazón de Dios. Lo anterior demuestra eso, pues en la preocupación por la construcción de la Casa del Señor, que él consideraba su fe y fidelidad al Dios de sus padres.
Sra. Esther Becerra.
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