Del 14 al 19 de agosto.-
Había una vez un niño muy inteligente llamado Guido. El papá de Guido se llamaba José, y él lo amaba mucho. Ellos jugaban, paseaban y siempre andaban juntitos (abrace su cuerpo y pida que los niños le copien). El señor José enseñaba a Guido muchas cosas especiales que dejaban al Señor Jesús alegre.
¡Pero un día Guido hizo una cosa muy fea! (haga una expresión seria). Guido tomó un juguetito de su amigo a escondidas. Cuando llegó a casa el señor José le pregunto de quien era ese juguetito. Guido le dijo que lo había tomado a escondidas de la casa de su amigo. Niños ¿Nosotros podemos sacar cosas de demás a escondidas? ¡NO, no, no al Señor Jesús no le gusta eso! Guido había hecho algo muy equivocado. Entonces su papá hablo muy serio con el, y le dijo: "Hijo mío mañana mismo entregarás este juguete a tu amigo". Y el niño le respondio: "Disculpame papá nunca más haré esto". Entonces el señor José le dio un beso y un fuerte abrazo a Guido.
Conclusión: En la historia, podemos entender que cuando nuestro padre o madre nos llama la atención es porque nos están cuidando y desean que aprendamos las cosas correctas. El papá que enseña a su hijo es porque lo ama, así como Dios nos ama... ¿Quien es hijito? diga ¡AMÉN!
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